Jugar
Un anciano está a punto de entrar en una cueva oscura y misteriosa. Lo acompaña una joven que parece ser su nieta. El hombre lleva una linterna y la mujer una mochila. Ambos llevan abrigos gruesos, ya que hace frío dentro de la cueva. La cueva está llena de estalactitas y estalagmitas. El aire es húmedo y frío. El hombre y la mujer caminan despacio y con cuidado, ya que no quieren tropezar y caer. Llegan a una bifurcación en la cueva y el hombre se detiene para decidir qué camino tomar. La mujer lo mira y dice: "Creo que deberíamos ir a la izquierda". El hombre asiente y continúan su camino. Caminan durante mucho tiempo y la cueva parece volverse cada vez más oscura. Finalmente, llegan a una gran caverna. En el centro de la caverna hay un charco de agua. El hombre y la mujer se miran y la mujer dice: "Creo que aquí es donde debemos ir". El hombre asiente y se sumergen en el agua. El agua es fría y refrescante, y ayuda a calentarlos. Nadan hasta el otro lado de la caverna y se encuentran en una pequeña cámara. En el centro de la cámara hay un gran árbol. El árbol está cubierto de hojas y es imposible ver su interior. El hombre y la mujer se miran y la mujer dice: "Creo que tenemos que entrar al árbol". El hombre asiente y caminan hacia el árbol. La mujer extiende la mano y toca las hojas, que inmediatamente se abren. El hombre y la mujer entran y se encuentran en una cámara oscura y secreta. En el centro de la cámara hay un gran cristal. El cristal brilla y es la fuente de luz en la cámara. El hombre y la mujer se miran y la mujer dice: "Creo que esto es lo que estábamos buscando". El hombre asiente y caminan hacia el cristal. La mujer extiende la mano y toca el cristal, e inmediatamente comienza a brillar más. El hombre y la mujer se miran y sonríen. Han encontrado lo que buscaban.
Ver vídeo del juego