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Dora es una joven a la que le encantan los animales. Tiene dos cachorritos adorables y los cuida mucho. Los baña, los alimenta y juega con ellos todos los días. Los cachorros quieren mucho a Dora y siempre están felices de verla. Un día, los cachorros de Dora se pelearon. Ambos estaban muy heridos y Dora no sabía qué hacer. Decidió llevarlos al veterinario, pero éste estaba muy ocupado. Le dijo a Dora que ella misma tendría que cuidar a los cachorros. Dora estaba decidida a ayudar a sus cachorros, así que fue a la biblioteca y sacó un libro sobre cómo cuidar a cachorros heridos. Aprendió a limpiar sus heridas, a darles medicamentos y a hacer que se sintieran cómodos. Dora cuidó bien a sus cachorros y pronto sanaron. Estaban muy agradecidos con Dora por ayudarlos y la querían incluso más que antes. La historia de Dora es un recordatorio de que incluso los niños pequeños pueden marcar una diferencia en la vida de los animales. Con amor y cuidado, todos podemos ayudar a hacer del mundo un lugar mejor para los animales.
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