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"El príncipe demonio, Qambinx, era temido en todo el mundo de los demonios. Era lo suficientemente fuerte como para destruir planetas enteros y tenía sed de carne humana. Cuando llegó a la Tierra, todos estaban aterrorizados. Pero Qambinx tenía una debilidad: era miedo a los gatos. Una joven llamada Luna descubrió el miedo de Qambinx y lo usó para salvar el mundo. Engañó a Qambinx para que la persiguiera y lo llevó a una trampa. Los otros demonios pudieron capturar a Qambinx y él fue "Encarcelado por la eternidad. Gracias a Luna, el mundo estuvo a salvo de la ira de Qambinx".
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